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Sobre el protocolo de los sorteos

 

Diferencias entre los sorteos diarios de bancas de loterías y los sorteos ordinarios y extraordinarios de billetes y quinielas de la Lotería Nacional.

 

Completar el glosario de términos propios de los sorteos y definir las funciones de las instituciones y organismos que se involucran.

 

Sobre los sorteos

 

Definir un sorteo ordinario

 

Sorteo Extraordinario

 

  • Sorteo Especial
  • Cuadro de los resultados anteriores de los sorteos diarios y extraordinarios
  • La Lista


Sobre resultados de numeros ganadores

 

  • Primer número ganador
  • El número que más ha salido
  • El número que más repetido
  • Las combinaciones que más han salido
  • Los números que menos han salido

 

Sobre los premios

 

  • Corregir la oferta de premios
  • Definir las categorías de premios
  • Definir las combinaciones

Juego de quinielas: Historia y Presente

                                 

En el año 1951 se inauguró en Santo Domingo el juego de quinielas, sucede que en Santo Domingo existía un grupo de personas dedicadas a celebrar rifas de objetos con los dos terminales del premio mayor de la Lotería, especialmente ropas, zapatos y alimentos. Esto, poco a poco fue convirtiéndose en rifas de dinero. La “lista” era del 1 al 100 y cada número jugado valía 0.25 centavos.

 

Fue tanto el auge de estas rifas, que florecieron los que se denominaron “boliteros” o “aguanteros”, los cuales por cada fracción o número ganador de 0.25 pagaban con el terminal del primer premio de la Lotería RD$10.00; y otras sumas menores a los que acertaban con el segundo y tercero.

Conforme crecía la demanda por este juego, el sistema oficial sufría pérdidas. Llegó a representar, no sólo significativas bajas de dinero, sino a afectar la venta de billetes de la Lotería.

 

Muchos jugadores, guiados por la esperanza de ganar RD$10.00 por la compra de un número de 25 centavos, se exponían a ser estafados por los dueños de esta rifa ilegal, que por lo regular cuando el jugador acertaba con uno de los premios optaban por esconderse y no honrar sus compromisos.

 

La alternativa la buscó don Ramón Saviñon Lluberes, administrador arrendatario de la Lotería Nacional. El entendió que era necesario crear un sistema que, siendo oficial, pudiera ser una solución contra el mal que estaba afectando tanto a los billetes.

Se supo entonces que en algunos países, como Panamá comercializaban con juegos denominados quinielas que eran administrados conjuntamente con los billetes.

 

A finales del año 1951, se celebró el primer sorteo con una tirada limitada de 100 series compuestas cada una de 100 planillas numeradas del 01 al 100. Cada planilla fue dividida en vigésimos. Cada fracción o vigésimo ganaba RD$15.00.

 

La receptividad de la quiniela desbordó las expectativas. En la misma semana se agotó la emisión del primer sorteo. Por eso se requirió aumentar cada vez más la tirada. Más tarde, ante esta realidad y para mayor control del sector, el gobierno legalizó las operaciones a través de franquicias, dando origen a lo que se conoce hoy como bancas de lotería, las cuales comercializan productos tipo quiniela, pero de manera electrónica.

Billetes: Historia y Presente 

                                                     

Los billetes, junto a la quiniela, representan el producto principal que oferta la Lotería Nacional.

 

La historia de la Lotería Nacional se inició con la oferta de billetes. Se llamaban “cuartitos”, porque sólo tenían cuatro números. Pasado un siglo, este producto insignia de la institución, es un documento calificado como oficial, que exhibe diseños escogidos con gran rigor y cuya elaboración se rige por un procedimiento altamente técnico muy sofisticado e impregnado de gran seguridad.

 

Hoy, el billete de la Lotería Nacional es confeccionado no sólo como un ticket para participar de la oferta de premios de los sorteos, sino como un valioso documento porque su presentación le rinde honor a los acontecimientos históricos más importantes del país, a sus héroes y heroínas, sus lugares y tradiciones. De hecho, para muchos coleccionistas son piezas valiosas.

 

Los billetes son la única vía para cobrar los premios que se ofertan en los sorteos ordinarios y extraordinarios de la Lotería Nacional. Son considerados valores del Estado y su falsificación se considera un delito penal. Son documentos al portador y el Estado reconocerá como dueño a la persona que los presente al cobro.

 

Amparados en reglamentos, se confeccionan y venden los billetes de la Lotería Nacional a personas mayores de 18 años. En la Ley 689, se establece que los billetes de la Lotería Nacional serán divididos en décimos, vigésimos o centésimos y cada décimo, vigésimo o centésimo tendrá un valor proporcional al del billete entero.

 

Además, que todos los billetes llevarán litografiados el escudo de armas de la República en cada uno de sus fracciones, el valor de la fracción, así como todo otro dato de interés público.

 

Destaca, que sólo serán pagados los billetes premiados de acuerdo con la Lista Oficial de premios que correspondan al sorteo, la que autorizada por el sello de la Administración se fijará en lugar visible al público en la oficina de la Lotería, en las Colecturías de Rentas Internas, oficinas de correos, medios de información y demás lugares que se juzguen conveniente.

 

Los billetes serán nulos para el público: en caso de pérdida o extravío en correos de paquetes despachados por la Administración, debidamente comprobados; además, por omisión del escudo de armas de la República; y por robos en las oficinas públicas, siempre que se determine la numeración de los billetes sustraídos. Todo esto será efectivo, si se notifica antes de la celebración del sorteo.